Algunos de nuestros usuarios nos han dejado testimonio de su paso por el Centro de Acogida Princesa Letizia. Sus palabras, cuando son de agradecimiento, nos animan a seguir contribuyendo a su bienestar y cuando nos hacen sugerencias, nos ayudan a mejorar nuestro trabajo.
A todos los agradecemos que se hayan tomado la molestia de dedicarnos unos minutos para valorar su estancia en nuestro Centro.
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“Destacaría el trato recibido por parte de las personas que trabajan aquí, me han tratado fenomenal. Me he sentido bien, me he sentido en casa, nunca he recibido una mala contestación de nadie, todo el mundo se ha volcado en ayudarme siempre.
Después de 40 días en el hospital, me comunicaron que me daban el alta, yo me negué porque no tenía donde ir. Contacté con mi familia en Portugal y vinieron a buscarme, así que me fui a Portugal una temporada. Al tiempo vine, y mi única opción era venir al centro. Cuando vine me encontraba muy mal, venía con miedo porque no pensaba que esto era así, pensaba que esto era un salón con veinte camas… y me quedé sorprendido con las instalaciones.
Mi trabajadora social me ayudó mucho a nivel psicológico, y según fue pasando el tiempo las cosas fueron mejorando. Pero tienes que colaborar, dejarte ayudar.
Tuve buena convivencia con el resto de los usuarios.
Ahora mismo sigo manteniendo relación con el centro, cuando vengo de visita todo el mundo me saluda con alegría. Siempre que he necesitado ayuda para realizar cualquier gestión me han atendido inmediatamente.
Yo a las personas que no conocen el centro de acogida les diría que este centro creo que es la envidia y que merece la pena venir. Aquí te dan de todo, ropa lavada, peluquero, la comida… Tienes una habitación para ti solo y el agua bien caliente, ¿Qué más quieres? Yo estuve aquí cuatro meses, al principio me costó mucho hacerme al lugar porque yo siempre he sido trabajador, he tenido mi propio negocio durante 25 años, pero la vida al final me trajo hasta aquí.
Recomendaría la estancia en el centro por el trato de las personas, por las instalaciones, por el servicio que dan, por la limpieza, por todo en general. Lo recomendaría.
Lo que mejoraría sería la comida, porque resulta muy repetitiva y poder disponer de una hora después de comer para descansar en la habitación.
Me siento enormemente agradecido”.
“Lo mejor de mi estancia en el centro es la amistad que contraje con otros usuarios, el trato recibido y que nunca me faltó de nada. Mi estancia fue agradable, a mí me salvó la vida, hay momentos en que no tienes nada y allí estabais. Me ayudaron en papeleos que yo en eso estaba muy perdido. Disfruté mucho en los talleres de cerámica.
Actualmente no estoy vinculado con el centro porque no he necesitado nada, pero sé que si lo necesito me vais a ayudar.
A las personas que no conocen el centro les aconsejaría que viniesen, que no tengan miedo, porque cuando yo vine la primera vez pensaba que había otro tipo de personas de las que realmente me encontré, tenía muchos prejuicios. Pero al final no se corresponde con la realidad. Aquí me encontré personas que te ayudan, una cama limpia e hice buenos amigos.
Lo recomendaría por el personal, porque siempre me han tratado bien.
Hay poco que mejorar, por decir algo, pediría una parada de autobús en el centro, cuando estás aquí se echa en falta y facilitaría el acceso a muchas personas que tienen dificultades para llegar”.
“Me siento como en mi casa y como con mi familia, para mi es como estar en casa, no me siento extrañó ni siento peligros. Me siento como en mi hogar.
Me habéis ayudado en todo. A aprender a utilizar internet, en la búsqueda de empleo, buscar habitación, solicitar la renta básica... He aprendido muchas cosas. Incluso, cuando estaba triste y pensativo, me animabais y me decíais palabras de aliento.
Actualmente ya no estoy en el Centro pero me ayudáis cuando tengo cualquier problema y consulta, os llamo por teléfono y me solucionáis las dudas.
Siempre hablo con la gente y os recomiendo porque sois personas muy majas; Les hablo de lo limpio que está el centro, en cuanto entras por la puerta todo está super limpio. La comida está buenísima desde el desayuno hasta la cena. Nunca falta de nada pasteles, frutas etc. Tiene un salón muy cómodo en el que poder relajarte, un patio muy agradable para tomar el sol, juegos… He pasado muchas horas con los gatos del centro. Tener una habitación individual es muy agradable, no es como en otros sitios, no compartes y eso es mucho más cómodo. También tiene un servicio de lavandería que es buenísimo porque facilitan mucho las cosas y un servicio de ropero que cada vez que he necesitado alguna prenda de ropa la he tenido lo antes posible, y yo les digo que lo que hay arriba es mejor que una tienda, ¡hay de todo y se lo dan a todos!
¡Siempre lo digo y lo voy a decir mucho más! Hablo de todos vosotros muy bien.
Nunca había visto en mi vida lo que hacéis aquí y como cuidáis y tratáis a las personas, en mi país no hay nada parecido y aquí no hay discriminación por ningún motivo.”
Destacaría la profesionalidad de los trabajadores. Psicológicamente me han ayudado mucho. Incluso con el tiempo que ha pasado, siento que me siguen apoyando como el primer día, porque se hace un seguimiento que a mí me hace sentir respaldada y acompañada.
Durante mi estancia estuve muy bien. Todavía tengo contacto con mucha gente de la que conocí en el centro. He sacado verdaderos amigos. Considero que en el centro se me ayudo tanto físicamente como psicológicamente. Me apoyaron en un momento muy complicado porque de salud estaba delicada. Incluso a pesar de los años que han pasado siento que me siguen apoyando. Para mí son mi familia.
Tengo muchísima vinculación con el centro. Acudo a los talleres de cerámica y de yoga. Y colaboro haciendo manualidades, de echo hice un belén de punto y participo en exposiciones y concursos.
A las personas les diaria que no tengan miedo, que les orientaran de cara a su vida diaria, en el aspecto laboral, fomento de la vida independiente… La gente tiene un concepto muy equivocado. Aquí hay gente de todos los estratos sociales, no delincuentes como piensan muchos.
Hay momentos en la vida en los que te sientes como un náufrago, todo te supera, no sabes por dónde empezar y vosotros sois como un salvavidas. Para mí lo más importante es que la gente sepa valorar el trabajo que hacéis.”
"Para empezar destacaría la calidad humana de una gran parte del personal, su limpieza, siempre impecable todo y después la comida, muy muy rica y abundante.
Mi estancia en el centro fue toda una experiencia. El taller de cerámica fue una de las mejores actividades que hice, aprendí mucho y los talleres de yoga también me encantaron. La verdad que considero que mi estancia fue de crecimiento personal y aprendizaje.
¡Me ayudaron En todo! Pero la búsqueda de empleo es lo que más destaco en todo caso, facilitándome todas las herramientas que necesitaba para encontrarlo. El profesionalismo de las chicas de integración se lleva mi admiración y mis respetos.
Es imposible irse de ese lugar sin llevarte al menos un amigo, y aunque hoy no tengo vinculación con el centro, me ofrezco para acudir cuando me necesiten.
A las personas que no conocen el centro de acogida y dudan en venir les diría que vivan la experiencia, que se acerquen. Porque de la única manera que van a cambiar sus dudas es asistiendo, conociendo y viviendo su propia experiencia. Independientemente de cuál fue la mía, tú tienes que vivir la tuya."